La obra de Erick Pohlhammer conjuga como pocos casos dentro de la poesía
chilena los juegos mordaces de la ironía, la espontaneidad del habla
coloquial y las sutilezas del verso de vuelo lírico. Atravesada tanto
por la mirada crítica sobre la realidad como por el asombro de quien ha
entrado en contacto con los placeres sensoriales, la poética que
Pohlhammer ha ido construyendo a lo largo de los libros y los años es,
también y por sobre todo, un arte vital: «Nada más útil que lo inútil,
socio, / Lo inútil a mediano y largo plazo / Da utilidades insospechadas
/ El oficio de ser respirado es fabuloso». Antologada en diversas
publicaciones representativas de la época, su poesía ocupa un lugar
innegable dentro de las múltiples propuestas surgidas de la generación
de los ochenta. Habitada por diferentes voces, tonos e inquietudes,
su poesía es capaz de poner a dialogar lo concreto de la experiencia con
una visión que va en busca del sentido trascendente («Nunca tuve
conflicto / Entre unirme a lo divino / Y jugar al taca taca»). Poeta
sagrano —como se le ha denominado —, Pohlhammer conjuga lo sagrado y lo
profano sin miramientos y plasma en sus versos esa «espontánea conexión
con la seriedad que de niños teníamos al jugar y que el adulto devuelve
con explosiva carcajada». Esta poesía reunida, con prólogo de Martín
Hopenhayn e ilustraciones de Samy Benmayor, incluye textos de la mayoría
de los poemarios publicados por el autor desde su primer libro, En tiempos difíciles
(1979), hasta el presente. También se recogen poemas suyos aparecidos
en antologías y revistas, así como una selección de inéditos.