El Mundo Después de Gaza, de Pankaj Mishra. Editorial GALAXIA GUTEMBERG.Tras la Segunda Guerra Mundial, el orden global se configuró en buena medida como respuesta al Holocausto, ese episodio que, en el imaginario occidental, encarna la crueldad suprema y fundamenta la legitimidad de ciertos derechos y justificaciones políticas. Sin embargo, fuera de Occidente la historia del siglo XX no se reduce a ese solo acontecimiento: la descolonización fue, para muchos pueblos, la gran experiencia que definió su destino y reconfiguró el mapa político, cultural y económico del mundo. Este libro propone mirar la historia reciente desde esa clave y entender cómo las memorias de la descolonización siguen condicionando el presente.Mishra toma la guerra actual y la polarización que la rodea como punto de partida para una reevaluación de dos narrativas que han construido nuestras ideas sobre el siglo pasado. Por un lado, la historia del Norte Global, que celebra la victoria del liberalismo y del capitalismo y su idea de progreso; por otro, la visión del Sur Global, que recuerda las desigualdades heredadas del colonialismo y propone una vía hacia la igualdad, la autodeterminación y una alternativa a las estructuras de poder dominantes. En un momento en que el equilibrio mundial está cambiando y el Norte Global ya no detenta la autoridad absoluta, el libro invita a entender por qué estas dos mitades siguen dando forma a nuestro pensamiento sobre libertad, seguridad y justicia.Con una prosa que entrelaza historia, política y análisis cultural, El Mundo Después de Gaza ofrece una lectura accesible pero rigurosa que no se contenta con respuestas fáciles. A través de ejemplos, ideas y una mirada amplia a distintas regiones del mundo, Mishra desafía las narrativas convenientes y propone una comprensión más compleja de las tensiones entre memoria y actualidad, entre dominación y liberación, entre pasado y futuro.Una obra para lectores interesados en entender los fundamentos de las tensiones geopolíticas contemporáneas, la historia que las sustenta y las posibles vías para imaginar un orden mundial más diverso y menos fracturado.