Dispersos o inhallables, estos relatos dan nuevo acceso a la literatura
de Selva Almada, conocida por crónicas y novelas varias veces
traducidas, elogiadas por la crítica y celebradas por los lectores. Las
siestas y los arroyos, los cardos y las máquinas, los caminos del
litoral argentino. El calor. Compañeros, hermanos, abuelas, padres,
amantes, amigos. Y, entre todos ellos, los códigos tácitos que revelan
el carácter de los vínculos que los unen o los diálogos que los
consienten y transforman, pero que sólo una autora de su talento permite
que se escuchen cuando se los lee. En El desapego es una manera de
querernos, Almada despliega toda la original potencia de su prosa.