Cuando Marco Polo regresó a Venecia en 1295, tras veinticinco años de ausencia, sus relatos sobre sus "viajes" maravillaron y desconcertaron a sus contemporáneos al punto de que muchos pusieron en duda la veracidad de sus narraciones. Sin embargo, Marco Polo insistió: "Pues no he contado ni la mitad de las cosas extraordinarias de las que he sido testigo".
Durante su encarcelamiento en Génova, mientras Venecia y Génova estaban en guerra, Polo pudo narrar sus fascinantes aventuras a Rustichello de Pisa, quien las plasmó en papel. La obra resultante convirtió la incredulidad inicial de los oyentes en admiración y asombro, pues nadie había documentado un viaje tan extenso y detallado hasta entonces.
El libro describe un épico viaje hacia Catai, la actual China, y su regreso pasando por Malaca, Ceilán, India y Persia. Estas páginas desvelan por primera vez secretos de la ruta de la seda y pintan un cuadro de Asia como un vasto continente desconocido, que era terreno inexplorado para los europeos del siglo XIII. Marco Polo recoge en sus escritos un vasto catálogo de observaciones fruto de su insaciable curiosidad: describe tribus caníbales, animales exóticos, la opulenta corte del emperador Kublai Khan, especias valiosas, comidas singulares, y avances científicos que Occidente desconocía. También detalla regiones exóticas del imperio mongol y culturas lejanas con costumbres peculiares.
Esta obra, que ha logrado mantener cautiva la imaginación de los lectores más de siete siglos después de la muerte de su autor, se enriquece aún más en esta edición con 85 miniaturas originales que acompañaron al códice del Duque de Borgoña, un tesoro literario resguardado en la Biblioteca de París. La combinación de palabras y arte pictórico invita a los lectores a un viaje visual e intelectual a través de las maravillas y misterios de Oriente tal como los experimentó Marco Polo.