Treinta poemas del ex poeta José Ángel Cuevas, hace exactos treinta años,
entregó un informe tan realista de los primeros años de la Transición,
de las emociones por entonces circulantes y en conflicto, que
constatamos ahora que su informe también era profético, y que sus
advertencias eran tan claras y fueron tan poco escuchadas como las de
Casandra. Ese aspecto intemporalmente visionario se hizo uno con la
poesía del libro, suprema realmente: en él aparecieron “La destrucción
de Ferrocarriles de Estado…”, “Los alcohólicos de Chile” o “Grandes
borracheras con mi amigo Talo/Tilo…”, y otros poemas que de inmediato se
revelaron imprescindibles