esta traducción ciñe magistralmente el texto a las exigencias dinámicas de la representación teatral. esta obra es una de las comedias más célebres de molière y del teatro universal. el chileno eugenio dittborn, a quien debemos la traducción y el prólogo, tuvo una brillante trayectoria en nuestro teatro, como actor y, luego, como director. su traducción tiene dinamismo y gracia, siendo fiel al genio incomparable de este escritor francés. la edición contiene numerosas fotografías de distintas representaciones en chile.