Escrito de Andrés Morales (1962) conforma un ejercicio coral acerca de las distintas escrituras representativas de la historia de nuestra cultura; conjunto de voces que no pertenecen al criterio oficial ni a los discursos dominantes. Así faculta de pensar poético a personajes como un suicida, un analfabeto, un poeta “menor”, un escribano, un Mester de Clerecía, un soldado coreano, un africano olvidado entre guerras, más tantos otros; de modo que reflexiona a través de su obra sobre la dificultad con que cada voz deja testimonio de algo vivo, gracias a un instrumento muerto, su lengua: “Porque el mundo ya no escucha ni los rezos/ Ni la historia, ni la vida verdadera./ Porque el mundo/ Es analfabeto/ Y así se debe quedar”.