En este libro José Fernando García reúne textos escritos durante los últimos seis años para propósitos y ocasiones diversas que, más allá de las motivaciones inmediatas, tienen como trasfondo la indagación del concepto de razón situada, a partir de la lectura de algunos pensadores como Lask, Wittgenstein, Habermas, Putnam, entre otros. Dichas lecturas concurren en un concepto de razón residente en aquellas prácticas que articulan validez y facticidad a partir de un trasfondo de sentido –lo que pareciera ser propio de la vida social humana–, las que crean vínculos de entendimiento performativo entre los agentes. La tesis es que en dichas prácticas están imbricadas la intemporalidad de una pretensión de validez –una forma universal– y un contenido histórico temporal que les da determinación: un particular que está por ese universal, un significante temporal de un significado intemporal. La intemporalidad de la validez, siendo validez de un temporal, aloja una tensión en las prácticas, instala en ellas un horizonte que apunta al futuro, un presente que se sostiene en la medida que se proyecta más allá de sí, un sentido, una aspiración, promesa o finalidad que se expresa como trascendencia, como un fermento crítico implicado en ellas, que cabe a la teoría explicitar, impulsando eventualmente a una apertura de mundo. Sobre semejante concepción de la razón, los textos que componen este libro tercian en algunos debates contemporáneos, especialmente relevantes para América Latina, como la epistemología del sur, la modernidad, las concepciones de lo político, el poder de la tecnocracia, la democracia, el postcolonialismo, la diferencia histórica.