La nostalgia es una de las emociones más representativas de nuestra era.
Parece que, a medida que la sociedad pierde la confianza en el futuro
amenazado por el cambio climático y las crisis económicas, el regreso al
pasado se convierte en una tentación cada vez mayor, cosa que las
élites dominantes explotan para su propio beneficio. Pero ¿quién está
realmente detrás de este discurso? ¿Hasta qué punto está convirtiendo
nuestro mundo en un lugar más polarizado, peligroso e incapaz de
resolver sus problemas reales? Y, sobre todo, ¿habría que intentar
extirpar la nostalgia, o es posible utilizar este sentimiento tan
poderoso para avanzar hacia un futuro mejor?