Nelson Rodrigues es el gran dramaturgo, narrador cronista brasileño identificado con Rio de Janeiro. Su prosa evoca los barrios donde convivían los suegros con sus yernos y nueras; los distintos primos, las tías. Barrios con una cierta fenomenología del espacio dividida en capítulos de pura emoción: los velorios de la cuadra, concurridísimos; las soltería en vías de perpetuarse y, sobre todo, los escándalos de familia que ganaban la calle, especialmente las infidelidades y los celos. Desde la adolescencia comenzó a escribir crónicas policiales en el diario de su padre y para ello recorre la ciudad en busca de crímenes inauditos, como los pactos suicidas entre enamorados. A mediados del siglo XX, Nelson Rodrigues era el gran renovador del teatro brasileño. Entre sus célebres piezas teatrales, escritas al calor de lecturas apasionadas de Chéjov, O´Neill y Pirandello, se destacan La mujer sin pecado y Vestido de novia, donde combina planos temporales con un realismo de matices alucínatenos. Uno de sus grandes aportes a la literatura universal es la larga serie de cuentos -cerca de dos mil- bajo el título A vida como ela é (La vida tal cual es), que publicó en el periódico šltima Hora a partir de 1951. Aquí se cruzan el sexo y la muerte, así como la institución del matrimonio, atravesada por adulterios, incestos, celos enfermizos e hipocresías: sin imponer un sistema de valores, ni moralinas. Entonces no sólo será el gran renovador de la dramaturgia, sino también uno de los narradores más populares y más leídos de Brasil. Varias de sus histori