Cuando el 18 de octubre de 2019 miles de chilenas y chilenos salieron a la calle para expresar su malestar respecto de las condiciones de vida que experimentaban —ingresos, cobertura de salud, pensiones—, nadie de la élite política, económica o intelectual esperaba algo así. La mayor crisis política y social de Chile desde el Golpe de 1973 fue totalmente insospechada, porque, ¿Cómo era posible un descontento semejante, en circunstancias de que se había reducido la pobreza a menos de un 10 por ciento en solo tres décadas, se universalizó la educación superior y se llegó al más alto nivel de desarrollo de América Latina? Este libro, que reúne trabajos de destacados académicos chilenos, aborda la revuelta de octubre y su posterior crisis institucional desde una perspectiva interdisciplinaria, incluyendo la sociología, la historia, la educación y la ciencia política. Así, entre las causas del malestar figuran la irrupción de una generación “desengañada” tras haber logrado estudiar en la universidad, la precariedad de una clase media que no accedió a las políticas sociales implementadas por el Estado, la batalla que se dio en la propia izquierda por contrarrestar los efectos del modelo neoliberal y la famosa paradoja del bienestar: la acelerada mejora en las condiciones materiales registradas por los chilenos desde el retorno de la democracia creó expectativas que no se pudieron cumplir y, en consecuencia, cundió la decepción. No se trata aquí de dilucidar “la” incógnita que está tras la rebelión de octubre, pero sus autores sí confían en que las ideas desplegadas en estas páginas ayuden a hacer más complejo un debate que, sin duda, seguirá tomando cuerpo en los próximos años.