Los relatos de Gabriela Garcés capturan tensiones y
contradicciones propias de nuestra época y de nuestra condición humana:
la opresión consentida de la vida laboral, la discriminación hacia el
mundo campesino e indígena, los conflictos entre animalistas y
defensores del patrimonio cultural, la imposición de los estereotipos
femeninos y los intentos por superarlos, la arrogancia intelectual, el
misterio inextricable de la naturaleza para el ser humano, entre otros
aspectos, se ven reflejados en estas historias que suceden en un espacio
y un tiempo reconocibles de nuestro país, en los paisajes naturales y
urbanos de La Araucanía y en la metrópolis capitalina, pero que bien
podrían representar las intrincadas cotidianeidades de las sociedades
latinoamericanas.