Este elocuente ensayo nos ofrece una vigorosa defensa de los presupuestos históricos, políticos, espirituales y culturales de las democracias occidentales. En un constante diálogo con los pensadores “liberales conservadores” más importantes —Tocqueville, Solzhenitszyn, Burke y Aron, entre otros—, el autor aborda un amplio rango de preguntas relacionadas con la teoría y práctica de la libertad democrática, además de defenderla de sus enemigos seculares y religiosos, y particularmente de sus “amigos inmoderados”.