Constatar que la frontera es la muerte, marcar los hitos de su presencia en el mundo a partir de un hablante que se pretende despersonalizado y que exacerba la imposibilidad de establecer filiaciones más o menos memorables con su entorno, mediante un lenguaje que utiliza como recursos de base el extrañamiento y la deformación de sus propios referentes, pareciera ser el propósito de este primer libro de José Badía B. Digo y pongo énfasis en lo de un primer libro porque Diapausa es esto y, como tal, un primer intento que por la dimensión de sus ambiciones temáticas, “la muerte” y su implícito “el viaje”, resueltas a veces desde la medida del yo, y por un desarrollo inacabado de su campo isotópico, condiciona su constitución final como obra. No obstante, esto, atribuible a un primer volumen, hay aquí un hablante, hay poesía y hay poemas que destacan no por la variedad de sus formas y recursos literarios o la verosimilitud de sus referentes, sino que por un juicio plástico de la mirada que deforma y que no aspira a la reparación o a la restitución utópica de su memoria en la narrativa de su fábula, porque asume esta como un imposible frente a la muerte, donde su mirada extrañada, alucinada u oscura a ratos, es también y ahora su lugar. He aquí el poeta. Cesar Cabello
