Para conducirnos a la comprensión cabal de su tesis principal - la formación progresiva de una acumulación civilizatoria- Ottone describe los rasgos gruesos de la evolución del siglo XX, con su carga de conflictos ideológicos, guerras a escala planetaria e intentos a veces parcialmente logrados de exterminio de pueblos completos. Centra su atención en el desarrollo de la cultura a nivel universal como base de la civilización que, a contramano de esa pesada carga, va germinando para dotar de sentido humano positivo la evolución histórica. El análisis que hace de los claroscuros de la globalización, en la que los conflictos del siglo XX parecen haber dado paso a nuevos desafíos sociales y políticos, viene sustentar la idea central de la acumulación civilizatoria y el alejamiento indispensable de la barbarie, que plantea como una meta hacia la cual debe y puede caminar la humanidad.