Se trata de un tema ardientemente politizado y, por ello, una espesa niebla de propaganda, tanto de los partidarios de la guerra como de sus adversarios, oscureció en su momento la realidad de lo que el pueblo iraquí se vio obligado a soportar. El autor sigue a un grupo notable y variado de iraquíes a lo largo de una época extraordinaria: desde el miedo omnipresente bajo la bota brutal y orwelliana de Sadam y la atmósfera surrealista de Bagdad antes de la invasión hasta llegar a la desastrosa y mal planifi cada asunción del poder y sus frutos por parte del ejército norteamericano, pasando por el estallido de la guerra. Un asombroso retrato de la humanidad en situaciones extremas; una obra de gran sagacidad, empatía y claridad moral, que rescatamos con un prólogo escrito para la ocasión de la periodista brasileña Carol Pires.