El duque Ernesto fue, como bien atestigua el gran número de manuscritos que de ella conservamos, una de las obras más populares de la Edad Media alemana, y supone, en este sentido, un buen ejemplo de la literatura de entretenimiento de la época, con su gusto por las aventuras y los mundos exóticos. No conocemos el nombre de su autor, pero la lengua empleada permite suponer que provenía de Franconia. El texto, compuesto en altoalemán medio en torno al siglo XII, conocería hasta el siglo XV ocho reelaboraciones, tanto en alemán como en latín, en verso y en prosa, y su influencia en las letras germánicas ha perdurado hasta nuestros días.