Actor y testigo privilegiado, en estos apuntes Agustín Squella nos entrega –con autonomía crítica, humor, liviandad y perspicacia– su visión de este proceso: los momentos y personajes relevantes, las tendencias y modas intelectuales, las palabras en discusión, las dinámicas internas e intereses en juego, la psicología de los grupos, los ritos, las amistades y desavenencias con lo escrito y sus formas de llevarlo a cabo. Estas anotaciones fragmentarias son tanto la crónica de una época como un diario íntimo en un año vertiginoso, como dice su autor, “a una edad en que lo que se espera es que dejen de pasarnos cosas”.