La madrugada del jueves 5 de agosto de 1977 dos jóvenes murieron en Turín cuando intentaron cometer un atentado contra el diario La Stampa. Son los «años de plomo», e Italia se encuentra sumida en una crisis político- social. Uno de los autores del fallido atentado es chileno y, durante los días previos, detonó bombas en distintas ciudades italianas. La tragedia de Turín puso fin a una breve y vertiginosa trayectoria revolucionaria. Juan Cristóbal Guarello narra en esta crónica la increíble trayectoria vital de Aldo Marín, un joven del norte de Chile que, producto de circunstancias inverosímiles, formó parte del proceso político llevado a cabo por la Unidad Popular. Escapando de la policía secreta y exiliado en México, el protagonista llegó a Cuba para formar parte de una élite militar que tendrá por objetivo volver al país para ajusticiar a Pinochet. La llegada de Carlos Altamirano a La Habana a comienzos de 1974 echó por tierra este descabellado y desesperado plan. La historia —y la pormenorizada investigación llevada a cabo por el autor— se traslada entonces a Italia, donde Marín y sus compañeros de armas se encontraron con la violencia y la insurrección armada que en el caso de algunos de ellos, los llevó a radicalizarse. Será el comienzo del fin de esta historia centrada en Marín, pero también en aquellos jóvenes revolucionarios que protagonizaron los acontecimientos políticos fundamentales de la violenta década de los seten
