Como comité, discutimos en varias ocasiones sobre cómo la crítica económica y la crítica cultural pueden aún caminar por rutas paralelas en las investigaciones marxistas. Creemos que el riesgo de no relacionar ambos campos (como diría Bourdieu) arriesga la comprensión acabada de la extensión que tiene el capitalismo sobre nuestras vidas. Las formas de producir teoría no han quedado exentas de estos derroteros de la política mundial y se han visto sumamente afectadas. Por otra parte, si la teoría fuesen solo ideas abstractas sin resonancia concreta y material, bien sabemos podríamos no habernos tomado la molestia de abrir este debate. Pero sabemos y reafirmamos la convicción de que las ideas promueven y devienen en prácticas políticas concretas.