VALLESORDO es una novela íntima y envolvente que narra, desde la voz de Nico, la experiencia de crecer en un pequeño pueblo de Zamora. Nico es un chico curioso que se mueve entre el juego, la bici y los sueños. En su mundo caben las amistades, las tardes de colegio y un universo interior donde la música y el baile ocupan un papel central. A través de su mirada descubrimos una vida llena de matices: la complicidad de los amigos, la curiosidad por lo que sucede fuera de su entorno y la pregunta constante de quién es él cuando el ruido de los adultos se hace más fuerte que sus propias ganas de vivir.Con Izan y Telma, Nico comparte secretos y aprende nuevos pasos de baile que les enseña con entusiasmo. Es fan de Fama, ¡a bailar!, y anima a Yure, su favorita, una compañera de Canarias que parece traer luz a cada tarde. Entre risas y caídas, la vida se va revelando y, poco a poco, Nico comprende que el baile puede ser una forma de decirse a sí mismo quién quiere ser.Entre ternura, rabia y un cosquilleo que no sabe nombrar, Nico experimenta la mezcla intensa de emociones que acompaña a la infancia: la admiración por los demás, la necesidad de pertenecer y ese impulso de dejarse llevar por la emoción, incluso cuando el mundo parece no entenderle. La novela convierte ese pulso en una historia que resuena en quien alguna vez ha sentido que la vida empieza justo cuando uno empieza a bailar en medio de la calle.VALLESORDO explora la aspereza de los adultos y la fragilidad de la vida cotidiana, pero sus vínculos pesan más: la amistad, el primer amor y las ganas de vivir. Con una voz original y precisa, Jonathan Arribas teje una narración que alterna ternura y dolor, risas contenidas y gritos que van hacia adentro, para dejar claro que comprenderse y seguir ilusionándose es una de las mayores fuerzas de la juventud.Con un lenguaje claro, directo y a la vez poético, la novela ofrece una experiencia de lectura intensa y tangible: cercana, real, a veces áspera, a veces luminosa. VALLESORDO es una invitación a mirar más allá de las apariencias y a entender que crecer es, sobre todo, aprender a escuchar y a bailar con la vida.