Cuando la madre de Katy muere, esta se queda destrozada. Carol no era solo su madre, sino su mejor amiga y la primera persona a quien podía acudir siempre que lo necesitaba. Y ahora, cuando Katy más la necesita, se ha ido. Para empeorar las cosas, se aproxima el viaje que madre e hija habían planeado con tanta ilusión: dos semanas en Positano, el lugar donde Carol pasó el verano anterior a conocer al padre de Katy. Lo ha estado esperando durante años, y ahora deberá embarcarse en la aventura ella sola. Pero en cuanto pone un pie en la costa de Amalfi, Katy empieza a sentir el espíritu de su madre. Animada por las impresionantes aguas, los hermosos acantilados, los encantadores vecinos y, por supuesto, la deliciosa comida, Katy siente que, poco a poco, vuelve a la vida. Y entonces aparece Carol… En carne y hueso, sana, bronceada por el sol y con solo treinta años. Katy no entiende lo que está ocurriendo, tan solo puede centrarse en que, de alguna manera, imposiblemente, ha recuperado a su madre. En el transcurso de un verano en Italia, Katy irá conociendo a Carol, pero no como su madre, sino como la joven que la precedió. Sin embargo, ella no es exactamente quien Katy imaginó que era, y, pronto, Katy deberá reconciliar a la madre que lo sabía todo con la joven que aún no sabe nada. Una novela sobre cómo seguimos adelante después de la pérdida y cómo las personas a quienes amamos nunca nos abandonan realmente.