Pasear por la naturaleza siempre es una
invitación a mirar lo que nos rodea con ojos de exploradores, en un
bosque, una playa o incluso en el parque de una gran ciudad. Escondidos
en el paisaje hay tesoros que esperan ser encontrados: hojas, plumas,
semillas, caracoles. Nuestra tierra acuna muchos tesoros y esta historia
contagia las ganas de salir a buscarlos. Pasar tiempo al aire libre,
escuchar, sentir y observar nuestro entorno natural sin perder la
capacidad de asombro. En este libro aparecen unos pequeños seres que
promueven el deseo de seguir explorando. La protagonista descubre un
tesoro y se pregunta ¿de dónde viene? ¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Alguien
más lo encontrará?