Cualquier día puede ser perfecto para invitar amigos a una fiesta
sorpresa. Algunos preferirán poner música y bailar, otros querrán comer y
reír o hablar durante horas con todos los demás.
Sea como sea, lo más divertido es que habrá muchos invitados distintos
para esperar a alguien muy especial que soplará las velitas del pastel
de cumpleaños.
¡No importa quiénes vayan a la fiesta ni cómo sean, lo importante es que se diviertan!