Innumerables son los relatos que hay en el mundo. Existe, en primer lugar, una variedad prodigiosa de géneros, distribuidos a su vez entre sustancias diferentes, como si toda materia le fuera buena al hombre para confiarle sus relatos: el relato puede ser transmitido por el lenguaje articulado, oral o escrito, por la imagen, fija o móvil, por el gesto y por la combinación ordenada de todas esas sustancias; está presente en el mito, la leyenda, la fábula, el cuento, la novela, la epopeya, la historia, la tragedia, el drama, la comedia, la pantomima, el cuadro pintado (piénsese en la Santa Úrsula de Carpaccio), el vitral, el cine, los cómics, las noticias policiales, la conversación. Además, en estas formas casi infinitas, el relato está presente en toda época, en todas partes, en toda sociedad; el relato comienza con la historia misma de la humanidad; no hay ni ha habido jamás en ningún lado un pueblo sin relatos; todas las clases y todos los grupos humanos tienen sus relatos, y muy a menudo hombres de cultura diversa e incluso opuesta los disfrutan por igual: el relato se burla de la buena y de la mala literatura: internacional, transhistórico, transcultural, el relato está ahí, como la vida.
Recomendado del librero.
Ensayos completos en communications. Un mensaje sin código. por Roland Barthes. Indudablemente una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo. Una variedad de ensayos de carácter universal, que van más allá de la crítica al uso. Profundos, diversos, singulares, especulativos. Nos remueven la mente, nos sacan de la inercia del pensamiento rutinario. Barthes es genial.