Trilogía callejera de Lima es como un golpe directo al estómago que deja sin aire. Y también es, por las dudas, varias patadas en el suelo y un escupitajo. Aquí no hay trampa, hay solo vida dura: el difícil arte de sobrevivir, el alma profunda de una ciudad que oscila entre la picaresca y el hard boiled, la marginalidad que lleva a las personas al límite de sí mismas. Cuatro son los componentes básicos que rigen este admirable conjunto de novelas negras reunidas por primera vez en un volumen: lenguaje nervioso, humor amargo, ritmo trepidante y erotismo desenfadado. Una tríada de historias intensas que no da tregua, y que, pese a su aparente sencillez, refleja una situación social y moral en permanente ebullición.