En Tierra fresca de su tumba, la escritora boliviana Giovanna Rivero nos transporta a un imaginario doloroso, rodeado de una atmósfera turbulenta con toques de horror y magia. Los personajes de estos relatos -muchos de ellos profundamente abyectos- miran de frente a los tabúes y nos muestran posibilidades de existencia que no habíamos considerado. Estas «encarnaciones» -como les llama la propia autora- cautivan al lector de las maneras más inesperadas, siempre desde los márgenes de la sociedad. Entre naufragios, sacrificios, locura y amores, Rivero va desenterrando aquellos aspectos de la humanidad que nos empeñamos por mantener escondidos.
Su prosa logra sacar belleza de lo horroroso, permitiéndole al lector encontrarse y reconocerse en las sombras que proyectan los personajes.