Gabriela Mistral escribió para un periódico en el norte de Chile un texto en donde señalaba “Dios es naturaleza”. La censura de la época, a pesar de su juventud, la situó como persona non grata, acusada de blasfema y anarquista. Esto le impidió titularse y debió continuar con un largo peregrinaje durante toda su vida. Siempre con la con la naturaleza, y su encuentro divino, en sus escritos y con el cielo sobre su cabeza cuando creaba sus escritos apoyada en su tablilla mirando al jardín.
Este libro reúne ensayos, cartas y material gráfico.
“Naturaleza era Dios”, nos guía como legado.
Gladys González, investigación, compilación y selección