Sudor, de Alberto Fuguet, publicado por Tusquets, es una novela pop que captura un Chile que no quiere mirar de frente sus excesos. Primavera en octubre, Santiago de Chile; una ola de calor marca el aire y la ciudad parece vivir entre la resaca y lo imprevisible. Alf Garzón, editor en plena crisis sentimental, acompaña al jovencísimo hijo de una famosa estrella literaria durante la gira de prensa del libro concebido por este dúo padre e hijo. Entre el smog, la lujuria y una ambigüedad creciente en las formas de la masculinidad, el deseo, la ambición y la velocidad de la vida nocturna se cruzan en un universo que oscila entre lo erótico y lo cómico-trágico.La acción se despliega en un paisaje urbano que late con un pulso propio: bares, taxis, hoteles y una prensa ávida de sensaciones. La novela examina cómo la sexualidad joven se cruza con la cultura del espectáculo y la industria editorial, desafiando normas y prejuicios con un humor ácido y una crudeza empaquetada en un lenguaje directo y contundente. Es una mirada sin adornos sobre la confusión, la fascinación y la necesidad de ser vistos, de mostrarse en una era que celebra el deseo como motor de la vida pública. En su tono, Sudor evoca a un Tom Wolfe con piel chilena y a Scott Fitzgerald en clave contemporánea, un cruce entre lo glam y lo crudo que deja al lector frente a un espejo incómodo y revelador.Con un prólogo de Guillermo Osorno, además de una nota y un ensayo personal del propio Fuguet, la edición de Tusquets llega sin censura para registrar ese instante exacto en que una generación decide mirar de frente el deseo. Sudor invita a pensar en la construcción de la masculinidad, en la relación entre generación y celebridad, y en el vértigo de ser y dejarse ver en una ciudad que no duerme.