La antigua Roma importa. La historia de su imperio, sus conquistas, crueldades y excesos es algo contra lo que todavía nos comparamos hoy. Sus mitos e historias -de Rómulo y Remo a la violación de Lucrecia- todavía resuenan como un eco en nosotros. Y sus debates sobre la ciudadanía, la seguridad y los derechos de las personas aún influyen en nuestros propios debates sobre las libertades civiles de hoy.