Yo trabajo con mi vida y trato de que eso no sea una consigna. No porque mi vida tenga algo ejemplar, sino porque creo que si somos capaces de llegar al fondo de nosotros mismos sin autocompasión ni falsa solidaridad es posible que estemos tocando el fondo de la humanidad entera. Creo que todo lo que puedo haber hecho está allí, en esos intentos. He escrito desde un cuerpo que se dobla, que se rigidiza bajo los efectos del Parkinson, que tiembla, que se va para adelante y que cae y he encontrado hermosa mi enfermedad, he sentido que mis temblores son bellos […]. Solo los enfermos, los débiles, los heridos, son capaces de crear obras maestras. Siento que he escrito desde una cierta irreparable desesperación y, a la vez, desde una incontenible alegría. Una alegría extraña porque es como si naciera de la dificultad de ser felices. Del encuentro de esos fantasmas nace mi escritura. La escritura es como las cenizas que quedan de un cuerpo quemado. Para escribir es preciso quemarse entero, consumirse hasta que no quede una brizna de músculo ni de huesos ni de carne. Es un sacrificio absoluto y al mismo tiempo es la suspensión de la muerte. Es algo concreto, cuando se escribe se suspende la vida y por ende se suspende también la muerte.
Escribo porque es mi ejercicio privado de resurrección.
Titulo: Son importantes las estrellas Editorial: Ediciones EDP Autor: Raúl Zurita Año: 2018 Idioma: Español Numero paginas: 208 Isbn13: 9789563144024