EVAN ESTÁ A PUNTO DE CONVERTIRSE EN LA PEOR PESADILLA DE LA CORONA BRITÁNICA.
Tras provocar un incendio y ser expulsada del internado, Evan es enviada a la fuerza a la casa de su padre... el rey de Inglaterra a quien jamás ha conocido.
Entonces todo se complica: la familia real, en especial su madrastra y hermanastra, no están muy felices de su existencia y la prensa se hace un festín al descubrir que el rey tiene una hija ilegítima. Cuando se comete un asesinato y la última persona en ver con vida al muerto es, por supuesto, Evan, se convierte en la principal sospechosa y la comidilla preferida de los medios. Pero ella no lo hizo, ¿verdad? Ella no pudo haber cometido un asesinato, ¿o sí? La realeza, el asesinato y el escándalo se combinan con sensibilidad e irreverencia en la adictiva Sangre real.