Esta antología trata de apresar en nuestro idioma una pequeñísima parte de esa fama que todos los críticos y estudiosos están dispuestos a otorgar a la poesía del Extremo Oriente. Perdón por haber entrado en aquel campo de flores con pocas armas lingüísticas para transcribir caracteres, colores, tonos y transparencias sutiles, pero los inmortales de la poesía china son patrimonio de la humanidad Rafael Alberti.