Novela inaugural de uno de los mayores escritores de principios del siglo
XX, y llave de acceso imprescindible a su obra, se perciben ya en El
pavo real blanco no pocas constantes de la literatura de D. H. Lawrence:
las relaciones asimétricas y fluctuantes entre hombres y mujeres; el
anhelo intelectual por la vida instintiva; una mística de la naturaleza,
las flores y los animales; la desigualdad social y la fealdad del mundo
industrial con sus cambios. Comenzada cuando tenía veinte años y
publicada en 1911, fue un texto escrito y reescrito que en un sentido
vital absorbió la juventud de Lawrence. Partiendo de las premisas del
idilio rural de la novela decimonónica, su escritura ofrece algunos de
los pasajes más bellos de toda su obra y alcanza momentos de profunda
emoción en las interacciones de sus personajes exquisitamente
delineados.