Para Olivia, tener que ir al colegio por las mañanas es un fastidio. Ella preferiría quedarse en casa con su abuela, pero no puede ser. De camino al colegio, Olivia se queja de lo que le obligan a hacer allí. Su abuela le cuenta cómo ella de pequeña no pudo ir a clase y le hace entender la suerte que tiene. De pronto, sin saber cómo, Olivia está en el colegio.