Alguien se quiere morir. Ya no es joven, y se pregunta para qué otro día más, por muy privilegiada, divertida y amable que aún sea su vida. Alguien quiere amar. No sabe con certeza si le corresponden, si sus sentimientos serán entendidos, si tiene siquiera derecho a expresarlos. Alguien viaja. Visita selvas, playas, bares, fiestas exóticas, cabañas al borde del agua donde pasar la noche bebiendo y riendo, taxis nocturnos. Alguien ilustra unos libros preciosos y alguien se ocupa de editarlos. Trabajan sin prisas, con admiración mutua, con cierta sensación decadente de vivir en un mundo que desaparece. Alguien ha tenido un grave problema de salud, se tienta la ropa, se levanta despacio y decide aprovechar la segunda oportunidad. Alguien gusta, despierta deseo, está siempre de paso en la vida de los demás, sonríe, paga la cena. Alguien es el mejor amigo y la persona favorita de otro. Alguien se quiere morir. Ray Loriga novela la vida al borde del derrape de todos estos personajes, y compone con ellos una sinfonía sobre la amistad, el amor y el final de la juventud. Una novela en la que se brinda por la vida hablando de la muerte. Una novela sobre el verano que ve venir el invierno.