Ha habido vidas y muertes heróicas antes y después, pero ninguna como la de Sócrates No murió esgrimiendo una espada o una lanza, ni luchando en defensa de su hogar o de su patria, sino condenado como un criminal y obligado a tragarse una inodora dosis de cicuta Su muerte, que tuvo lugar el año 339 a de C ha seguido presente en nuestra cultura desde entonces, contribuyendo a dar forma a nuestra manera de pensar sobre el heroismo y la fama, la religión y la vida familiar, el control del Estado y la libertad individual, la distancia entre la vida intelectual y la actividad cotidiana - elementos clave de la cultura occidental