Cincuenta y siete testimonios dan vida a un relato coral que entrelaza generaciones, sensibilidades, experiencias, tiempos y lugares de una memoria que se resiste a olvidar, a pasar la hoja, a mirar el futuro sin huella, sin pasado, sin genealogía. A pesar de los dolores y desgarros, de las pérdidas, no es posible el olvido, porque todos los que nos antecedieron siguen caminando con nosotros, los que no están y los que sobrevivieron siguen recordándonos que sus vidas no fueron en vano, que el amor con que se entregaron a vivir y construir un presente y futuro digno para todas y todos sigue allí, levantándose como horizonte de humanidad necesario de alcanzar. Estas historias nos hermanan, nos acogen y nos fortalecen.
