Manual de edición artesanal
nos lleva a pensar el libro más allá de los círculos publicitarios y
evanescentes en los que cae y recae la edición industrial. Nos enseña
con complicidad la importancia del taller, la planificación editorial
y la identidad que debería estar presente en todo libro.
El editor artesanal se transforma así en un agente que re-politiza el
libro, se re-apropia de él, apostando su existencia a las consignas
siempre presentes: “Print or die”, “Do it yourself”.
Publicar
un libro siempre es amplificar, hacer que otros hagan, diseminar una
imagen subversiva. O al menos eso nos sugiere Eric en estas páginas que
cargan una reflexión macerada, que tienen imantadas largas jornadas de
trabajo con tipos móviles, minervas y guillotinas venidas de otra época.