Éramos mujeres antes de que nos convirtiesen en brujas, pero ya nadie se acuerda. Londres, 1662. Lawrence Skoefield, un joven acechado por una misteriosa enfermedad, comienza a trabajar como aprendiz de encuadernador bajo la tutela del solitario y arisco John Advent, quien insiste en una serie de normas de obligado cumplimiento: cerrar puertas y postigos mientras brille el sol y jamás permitir que entre nadie en la biblioteca.
Cuando dos mujeres son condenadas por brujería en el condado de Suffolk y el maestro Advent recibe un encargo que lo obliga a viajar, la casa se despierta, hambrienta de sol. Las puertas y los postigos se abren, desafiando a cualquier llave. Una mañana, a Lawrence lo despierta el espectro de una joven de melena y ropajes pálidos que lo conduce hasta el manuscrito más valioso y mejor escondido de John Advent…
Bury St. Edmunds, 1645
Avis Crowfoot, una curandera de veintidós años, aguarda su juicio en la cárcel junto a otro centenar de mujeres, todas acusadas de brujería. Mientras esperan, Avis escribe con un ansia insaciable, consciente de que el tiempo se le agota.
Sobre Hintlesham Hall y sus muertos. Sobre la maldición y la sangre que trajo consigo.