"La huella del crimen" es la primera novela policial en lengua castellana. Fue publicada por primera vez en Buenos Aires en 1877 y desde entonces permanecía oculta. Raúl Waleis, autor de esta extraordinaria y encantadora novela, es un anagrama de Luis V. Varela (1845-1911), jurista, político, poeta, dramaturgo y novelista argentino, hijo de Justa Cané (tía de Miguel Cané, el autor de Juvenilia) y Florencio Varela. En el célebre Bois de Boulogne ?donde son hallados los primeros cadáveres de la literatura policial (Poe, Gaboriau)? aparece el cuerpo de una persona joven de la nobleza parisina, degollada con un cuchillo de cocina. Ese crimen conmueve a la sociedad francesa, que será aún más sacudida por la resolución del misterio. Andrés L?Archiduc ?el primer detective de la literatura en castellano, descendiente de Lecoq y de Dupin, y antecesor de Sherlock Holmes? dilucida este asesinato a partir de sutiles deducciones, y persiguiendo rastros y testigos por Lyon, Marsella y Aviñón. La París de los primeros años de la Tercera República, escenario de la mayor parte de la novela, se muestra con sus cocottes, sus paseos dominicales por la morgue y su tecnología de punta. El telégrafo eléctrico, la locomotora a vapor, la cámara fotográfica son algunos de los recursos utilizados para descifrar el enigma.