El origen de este trabajo se remonta a 1985, cuando el autor fue invitado a participar, en Italia, de un seminario sobre la presencia de Antonio Gramsci en América Latina. En él, José M. Aricó adopta un tono personal, testimonial, incluso anecdótico, para referirse al grupo creado alrededor de Pasado y Presente, esa notable experiencia de difusión cultural orientada a la transformación de la sociedad.Tiempo después prosigue la investigación, ya de índole teórica, donde analiza las razones de la influencia del intelectual italiano en la realidad latinoamericana. LA COLA DEL DIABLO es el resultado de esa empresa vinculada con la historia generacional, la militancia política y la filosofía revolucionaria.¿Cómo se justifica el retorno de Gramsci? Ante todo, los problemas a los que se enfrentó en otro tiempo y lugar -la precariedad del sistema democrático, la tendencia autoritaria, la desigualdad social, el reinado de las certezas complacientes y las explicaciones conformistas en vez de la crítica y la lucha ideológica- son similares a los de varios países de América Latina, por no decir todos ellos. Gramsci, como Pancho Aricó, se resistieron a la continuidad del curso natural de la opresión sin dejarse asimilar, sin renunciar a la creencia en el progreso de la cultura.En la introducción que acompaña esta edición homenaje, Emilio de Ípola retoma el discurso de Aricó: Si el adversario nos domina y nosotros lo menospreciamos, no podemos dejar de reconocer que estamos dominados por alguien a quien consideramos inferior. Pero entonces, se pregunta Gramsci, ¿cómo consiguió dominarnos? ¿Cómo nos venció siempre y fue superior, aun en el momento decisivo que debía dar la medida de nuestra superioridad? Se dirá entonces que fue el diablo el que metió la cota. Pues bien, es hora ya de tener la cola del diablo de nuestro lado.