La bebedora de sangre y otros cuentos Se llamaba Marguerite Eymery, se vestía de varón y usaba seudónimo: Rachilde. Los cuatro cuentos incluidos en este volumen, traducidos por primera vez al castellano por Claudio Iglesias, fueron tomados de Contes et nouvelles suivis du théâtre, su libro de 1900. Según sugiere el traductor en el epílogo a la presente edición, los relatos escogidos son ficciones condensadas en las que ?el rol de la feminidad en el mundo queda abierto como un interrogante maléf