Colorado, 1977. Una octogenaria Edith Goodnough yace en una cama de hospital, con una vía en el dorso de su mano y un policía en la puerta de su habitación. La acusan del asesinato de su hermano. Las pistas: un saco de pienso abierto con un cuchillo, un perro de ojos lechosos atado a la intemperie durante una fría tarde. Los motivos: el brutal negocio de la agricultura y un código ético familiar tan implacable como la mismísima pradera invernal. Con su primera novela, Haruf nos entrega la arrolladora historia de una mujer que sacrifica su felicidad en nombre de la familia y luego reclama su libertad, toda una vida narrada por su vecino. Mientras este va compartiendo lo que sabe, las tragedias de Edith y su hermano se van desarrollando a lo largo de las décadas.
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