Cuando las personas mueren, acaban en el Ministerio de la Muerte, donde
deben rellenar los formularios necesarios (¡el papeleo no acaba con la
muerte!) para poder ascender al cielo. Dependiendo de la vida que hayan
llevado, su solicitud puede ser denegada por los empleados del
Ministerio de la Muerte, que pueden condenarlos al infierno en su lugar.
¿Qué historias y secretos descubrirán los funcionarios sobre los
difuntos que acuden a ellos? Sigue la vida diaria de los empleados
mientras juzgan y ayudan a los muertos en el más allá.