NUEVO Y ORIGINAL. Publicado en 1857, El libro de los espíritus está considerado como la Biblia del espiritismo. Este recoge los principales puntos de la doctrina y, según su autor, Allan Kardec, fue escrito “por orden y bajo el dictado de espíritus superiores para asentar los cimientos de una filosofía racional”. Él era un reputado pedagogo y director de instituciones de enseñanza en Francia. Hacia 1855 asiste, invitado por un amigo, a una reunión de las “mesas giratorias o parlantes”, un fenómeno importado de Estados Unidos y muy de moda en la vieja Europa: los adeptos, convocados en torno a una mesa, pretendían comunicarse con el más allá, formulaban preguntas y los espíritus, supuestamente, respondían con golpes y movimientos. Desde entonces, Kardec decidió dedicarse a estudiar estos fenómenos con espíritu científico y desde el escepticismo más absoluto. Nunca enunció teorías preconcebidas. Al contrario: observaba, comparaba y deducía, siempre en busca de la razón y la lógica de los hechos. De dicha investigación nació este libro, donde define el espiritismo como una ciencia, una filosofía y una ética al estudiar la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, su vínculo con el mundo corporal y las consecuencias morales que resultan de esas relaciones.