Borges es de esos humoristas que nunca se ríen. Sus chistes, a menudo opacos y escondidos, no necesariamente se estropean y, al contrario, a veces hasta se enriquecen cuando son explicados. René de Costa declara que, sencillamente, “Sin querer resultar indecoroso o desmitificador, mi propósito en este libro es añadir otra dimensión a la obra de Borges, de modo que una nueva generación de lectores pueda apreciar sus bromas”.
Pero más que sencillo, De Costa es implacable en localizar e iluminar los momentos y líneas del humor, explorando de manera errante la obra de Jorge Luis Borges. Y entretanto, descubre y presenta en su propia persona, en la letra misma, el espíritu lúdico del gran poeta argentino: su formidable tacto para el absurdo, lo grotesco, lo ridículo; su ironía generalizada, su sátira inclemente, su pulsión burlona.