Aristipo de Cirene, discípulo rebelde de Sócrates, polo opuesto de Diógenes, aborrecido por Platón y Jenofonte, fue el primer filósofo que puso el placer por sobre todas las cosas. Sostuvo que buscaba apenas llevar una vida lo más fácil y cómoda posible; que él mismo era extranjero en todas partes; que a la felicidad se llega solo por el camino de la libertad. De su ejemplo siguió la escuela cirenaica, cuyas pocas tesis están entre las más tajantes de la filosofía. En este, el primer libro monográfico sobre Aristipo en lengua castellana, se discute esta leyenda voluptuosa y el drama intelectual que involucra; y se recoge la práctica totalidad de los testimonios sobre Aristipo desde Platón hasta Agustín.