El Discurso Fúnebre de Pericles, pronunciado el año 431 a.C. en el Cementerio del Cerámico, en Atenas, es uno de los más altos testimonios de cultura y civismo que nos haya legado la antigüedad. No se trata de una transcripción fiel de lo efectivamente dicho por el político y orador ateniense, sino de la verosímil recreación de su contemporáneo, el historiador Tucídides, que lo incorporó al relato de sus Historias, donde se narran las guerras entre Atenas y los peloponesios, en las que él mismo participó. Conservando el tono retórico del original, la traducción que aquí se ofrece ha procurado resolver con prudencia la oscuridad de ciertos pasajes de cuestionada interpretación.
