Considerada una de las artistas alemanas más populares del siglo XX, los Diarios de Käthe Kollwitz la ayudaron a salir adelante en medio de una vida difícil y jalonada de desgracias como la muerte de un hijo y de su marido y su progresivo deterioro físico y mental. Fue fundadora del grupo en el que figuraron los artistas más destacados del expresionismo abstracto.